Mr. Sweet

Hay ciertas cosas que después de mi adolescencia creí perder, cosas que reprimí dentro de mí porque la gente las llegó a ver y las criticó.
Desde un simple beso, una caricia entre lenguas, lo que provocaba el roce de otros labios sobre mi cuello. Todas esas sensaciones las perdí, se fueron de mi hasta el punto de creer que todo aquello relacionado con el placer físico no era para mi.
Cualquier cosa que cualquier persona intentó para "prenderme" jamás funcionó, creí que en realidad era de esa minoría de gente que solo vivía para amar sentimentalmente, sin nada físico.

Pero hoy sé que no es así, volví a creer en mi después de muchos años.
Volví a dejarme sentir.
Volví a dejarme perder en los labios de otra persona, sin dejar que miles de pensamientos cruzaran por mi mente, como siempre solía pasar.
Dejé que mi cuerpo sintiera esa electricidad recorrerlo cuando los caninos de otra persona se clavaban ligeramente contra aquella  delicada piel sobre mi cuello.

Mi sonrisa volvió a aparecer sin pensarla, sin analizarla, sin meditar que tan amplia tenía que ser.

Tal vez si lo pienso bien, las reacciones que estoy teniendo son muy apresuradas, pero... ¿Por qué no dejarlas ser apresuradas? ¿Qué me dice que mañana no habrá algún suceso y mi existencia desaparezca para siempre? Nada.

Así que dejaré de pensar en lo que hace mucho tiempo atrás alguien me dijo que estaba mal, dejaré de lado todos aquellos complejos que siempre me ataban a no hacer algo, dejaré los malos pensamientos sobre mi.

Es hora de amarme un poco más y dejar que alguien más me ame como soy, que me acepte con los defectos que sé que tengo y que acepto.


Gracias Dulce señor Secuestrador ¿?

Comentarios

Entradas populares