20.02

Jamás me había pasado el poder llorar en la ducha, esa sensación que dicen se pierde con las lágrimas calientes y el agua que cae por tu rostro, hasta cierto punto creí que no era posible, que tanta agua sobre ti hacía que las lagrimas se sintieran tan diminutas que preferían no salir... Sin embargo esta vez sucedió, por primera vez me di cuenta y pude comprobar uno de los sentimientos más feos de la vida.

Por fin me di cuenta que las lagrimas se sienten tal cálidas sobre tu rostro, aún cuando el agua de la regadera esta completamente fría, el instante en que salen y resbalan menos de medio milímetro, es lo que se siente, ese momento, ese instante... tan cálidas.

Tal vez todo esto no esté bien, en realidad creo que no lo está, no es justo simplemente ponerte a llorar frente a una persona y no entender el porque estas así, y es menos justo aún mentirle asquerosamente para poder irte de ahí y llegar a casa a llorar.

Puede que la mejor respuesta sería dejarle, alejarte y no hacer que cargue con peso muerto sobre sus hombros... Pero me da miedo que si eso pasara la decisión más fácil de tomar es simplemente dejar todo esperar que la próxima vida sea mejor.

Esta vez sé que no estoy sola, sé que no puedo sentirme de aquella forma, si embargo, esta vez no sé ya el porque me siento así, simplemente llorar durante horas y sentir que ya no puedes...

No sé que ha pasado conmigo... ya no me reconozco...

Lo siento.

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